La Teoría del FLOW: dificultad en los escapes
Uno de los desafíos a los que se somete Key Enigma como creadores de juegos de escape es la hora de medir la dificultad de los puzzles.
Hay muchas cosas a tener en cuenta a la hora de crear un puzzle. El ajuste que debe realizarse teniendo en cuenta tanto la dificultad para entender la mecánica del puzzle (tipo de código, cálculo…) como la dificultad para dominar el material conceptual propio del área temática del puzzle (astrología, cambios de monedas, el contexto en el que se ambienta el juego…) es la clave.
Además, en los juegos de escape, la complejidad juega un rol crucial en el éxito de la experiencia ya que el exceso de puzzles sencillos aburrirá con rapidez, mientras que si el nivel de dificultad es demasiado alto se puede producir frustración o ansiedad.
Aquí entra el rol del MÁSTER o EL SISTEMA DE PISTAS
Durante una partida de escape los jugadores pueden pedir/recibir “pistas” que les ayuden a superar los problemas que componen el juego después de haberlo intentado varias veces. Esto ayuda a que el jugador mantenga una experiencia placentera, a fin de no interrumpir el “estado de flow” que los jugadores están experimentando.
Entiendo pero ¿qué es eso de la teoría y el estado del Flow?
Es la teoría que habla sobre la búsqueda de la felicidad. No fue hasta el año 1975 que el psicólogo Mihály Csíkszentmihályi esboza su teoría de que la gente es más feliz cuando está en un estado de “flow”– concentrados y absortos completamente en alguna actividad que estén haciendo.
Para ello se tiene que dar ciertas características como que te guste lo que estás haciendo, que exista una meta clara a corto plazo, saber que el objetivo de lo que estás haciendo es alcanzable, encontrar ciertos obstáculos superables… ¿Te suena a alguna actividad que te guste?
Si quieres sentir este estado de Flow, te recomiendo que pruebes los juegos de Hack Forward, La Maldición de la Mariposa y Calling Card.